Despedida Inicial

I

No sé si es una despedida
pero fue un gusto haberte conocido.

Fue un gusto haberte abrazado,
haberte tomado,
haberte tocado,
haberte besado,
haberte cantado y recitado.

Haberte reído, llorado
y, a su vez, amado
con mi persona sin gracia.

II

No sé si es una despedida
pues sé que todo ya no es lo mismo.

Sé que me acerco a ser un nadie para ti,
como alguna vez yo lo pensé de mí.

Sé que tu preocupación suena
como una simple excusa
para que se corten las líneas
y se comente a la espalda.

Sé que ya no te interesa mi persona,
sino mi deterioro
y que la alegría que sueles sentir
tiene tan poca sinceridad
como las tuvieron tus palabras iniciales.

Sé que intentarás buscar algo
parecido, pero mejor.
O más bien, algo parecido,
pero por lo menos dos años más viejo.

III

No sé si es una despedida,
pero hace tiempo que tus manos
están listas para tocar otras manos.
Tus brazos para abrazar otro cuerpo.
Tus labios para besar otros labios.
Tus palabras para entrar a otros oídos.

Tus ojos para mirar otros ojos,
que en un instante
reflejarán sinceridad,
pero al momento de que tu corazón
sea atrapado por el otro,
la sinceridad sólo será una pantalla
al quehacer habitual,
pues hace tiempo
que tu destino está marcado
y que en este último tiempo,
sin querer, lo habrías cambiado.

IV

No sé si es una despedida,
sólo sé que no quiero que lo sea.
Porque yo no decir 'hasta nunca'
y no sé no ser sincero.
No sé mentir en tu boca
y no sé no ser honesto.

No sé llorar de alegría
ni en el tormento de un entierro.

No sé cómo ser tan bueno
y no sé cómo no ser tan malo.

No sé cómo enamorarme
ni tampoco de qué forma entregarme.
No sé no decirte lindas palabras
y no sé decir 'te quiero'
de la noche a la mañana.