Nueva Poesía Chilena

viernes, octubre 07, 2005

De Neruda

Poeta del alumbramiento,
Neruda de Parral.
Poeta del fallecimiento,
Neruda de Isla Negra.

Isla Negra cubierta de blancas páginas tocadas por tu pluma.
Tapizada, playa desierta, de sentimientos de locura.
Recubierta, arena mojada por tus penas, de tus días de amargura.
Revestida con las largas faldas de sus olas,
bordada más mil veces por el silencio de tus pasos.

Neruda de los pobres,
Poeta de los sabios.
Neruda de los ricos,
Poeta de ignorantes.

Ignorantes sin conciencia que destruyen con demencia,
Dañando sin paciencia, queman las palabras de una Canto General.
Ignorantes que simplemente ignoran la importancia cultural
y se dejan llevar por engaños que se diluyen en lo gutural.

Neruda de La Chascona y de La Sebastiana,
Poeta de lugares y de bares,
Neruda de su Chile,
Poeta de su Mundo.

Mundo que se arrodilla al escuchar su notable algarabía,
llena de versos y melodías.
Mundo que lo sumerge en un océano de elogios
y que lo premia con un diamante universal profundo.
Mundo que lo recuerda en parques y plazas,
bibliotecas y museos, calles y avenidas.
Mundo que lo sigue sin reparos
y que deja caer lágrimas al saber de su descanso.

Neruda de incesantes viajes,
Poeta de impensados paisajes.
Neruda de ternos y trajes,
Poeta de eternos parajes.

Parajes indómitos adormecidos a tus pies.
Ruinas en alturas, marcadas con el fuego
de la admiración por ellas suscitada.
Selvas autóctonas infinitas, cercadas por las palabras
que depositaste en tu almohada.

Neruda de su ansiada revolución,
Poeta de su unidad popular.
Neruda de su llanto por Chile,
Poeta de su muerte ante el Golpe.

Golpe a su alma arraigada a su patria.
Golpe dibujado con disparos de armas.
Golpe en sus ojos de un sin fin de poesías.
Golpe en sus manos, ya carentes de profecías.

Neruda de Volodia,
Poeta de Mistral,
Neruda de Huidobro,
Poeta de Nicanor.

Nicanor y tantos otros que agradecen su labor.
Reconocimiento de sus pares a cuanto equipaje
de palabras inmortales presentó.

Presentable conmemoración otorgada
a los versos que componen su canción.
Anhelos de encontrar las letras
que conformen las estrofas que escribió su corazón.