Nueva Poesía Chilena

viernes, octubre 07, 2005

Últimas Palabras

I

Tengo en mis manos, carentes de caricias,
algo frío que circula por sus dedos.
No he intentado cerrar mis puños,
indignados de no saber qué sucede,
admitiendo que esto es algo pasajero.

II

Paciencia hasta el extremo,
ansioso de ver qué pasa.

Tiempo, no juegues conmigo,
ríete de lo que no entiendes.
Improvisa algún juego,
cada vez que te aburras.
Intenta buscar una plaza,
acá, en mi corazón, no juegues.

III

Frágil y bella doncella,
usurparé, algún día, tu corazón.
Entregaré mi vida a tus manos.
¡Nacerá de nuevo el amor!

Zanjaremos los cauces de nuestros ríos,
arroyos que, juntos, serán un torrente.

Limpio como un manantial,
Invulnerable como los sueños,

Darás a conocer nuevamente tu belleza
a mis ojos despiertos en ti.

IV

Acuciosamente se ha puesto el sol,
bordeando con su calor el mar de tu cuerpo,
erguido sobre la roca más alta,
la más firme nacida de mi pecho.

Ligeras flores en el jardín de tus hombros
estimulan a mis manos a ser mariposas,
indicando su vuelo hacia tu rostro,

¡Reina madre de toda belleza!
¡Acepta que mis brazos desemboquen en tus olas!