Nueva Poesía Chilena

sábado, octubre 15, 2005

Oscuro Final

Mi sombra es blanca al lado de aquella oscuridad.
La que opaca mi alegría como una densa niebla
que no permite ver el más allá.

Al correr, la oscuridad me atrapa,
y el día se hace noche.
Ya no hay armonía,
sólo tormento.

Ya no queda aire y las penumbras
son la consecuencia
del agotador camino errado
escogido por mí, el que,
rodeado de llamas,
quema mi esperanza
y me arrebata mi último sueño.

Un mar de sangre baña mi cuerpo
y lo succiona hacia el fondo,
ahogándome en llantos inconscientes,
desesperados,
que ilustran mi debilidad.

El cielo negro contrasta con mi pálido rostro
que busca algún consuelo en esta tierra de espanto.

Mis manos intentan aferrarse en algo
Ya no hay ideas en que pensar,
sólo dejarme llevar por este duro final.