Tal Fue El Silencio
Ahora, otra vez caminando
y conversando con los rastros
de los astros
Cielos enfrascados en cajas luminosas
como la mujer que adorna con paisajes sus cabellos
Cabellos de vida misteriosa
se funden como el hierro en tus tobillos
Oneroso
cada minuto escabroso
Regálame una sombra entre las enredaderas
que sean de tus hojas verdaderas
¡No me dejes ni en barrancos ni en laderas!
Menos en un día de primavera
Sólo ámame en tus ojos alejados
en el calipso de tu silueta
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home