Nueva Poesía Chilena

domingo, octubre 16, 2005

Tal Fue El Silencio

Ahora, otra vez caminando
y conversando con los rastros
de los astros

Cielos enfrascados en cajas luminosas
como la mujer que adorna con paisajes sus cabellos

Cabellos de vida misteriosa
se funden como el hierro en tus tobillos

Oneroso
cada minuto escabroso

Regálame una sombra entre las enredaderas
que sean de tus hojas verdaderas

¡No me dejes ni en barrancos ni en laderas!
Menos en un día de primavera

Sólo ámame en tus ojos alejados
en el calipso de tu silueta