Nueva Poesía Chilena

lunes, octubre 10, 2005

Algún Tesoro

Tesoro celosamente guardado.
Todas mis anteriores opciones
ya se han opacado.

¡Dónde te vengo a encontrar!
En un lugar al que vine
luego de mucho renunciar.

En ti aprecio mi guarida,
sonriente belleza,
tan amada,
tan pensante.

Buscas ahora encontrarme
y yo espero contestarte.

La invitación es más
que una simple conversación.
Estoy seguro que la real intención,
de que nuestros ojos
nuevamente hallen su unión,
es que nuestros corazones
formen parte de ese amor
y que los sueños y llamados
sean un fuego vivo de pasión,
dentro de nuestra tierra común.

Recuerdo esa noche
y sonrío.
Recuerdo tus nerviosas manos,
abrochando y desabrochando,
y sonrío.
Recuerdo mi silencio,
digno de un cierto nerviosismo,
y sonrío.
Recuerdo tus ojos, tus labios, tu rostro.
Recuerdas mis ojos, mis labios, mi rostro.

Sonriamos otra vez y para siempre.