Nueva Poesía Chilena

viernes, octubre 14, 2005

Aquel Día

Aquel día vi a esa mujer
y mi vida no lo supo comprender.
Todo era muy lejano al parecer.
No lo pude entender,
no lo pude entender.

Aquel día contemplé a esa mujer
y el cielo, ya nublado, se volvió el más bello atardecer.
La luz de mi rostro tocaba su piel.
No lo supe entender,
no lo supe entender.

Aquel día me acerqué a esa mujer
y mi cuerpo, ante el suyo, tuvo que ceder.
Su presencia perforaba la sensación de la miel
No lo pude entender,
no lo pude creer.

Aquel día le conversé a esa mujer
y mi alma, de golpe, empezó a renacer.
Las palabras latían con total lucidez.
No lo supe entender,
no lo supe creer.

Aquel día le sonreí a esa mujer
y el universo entero se quiso encender.
Como el fuego que ardía junto al miedo fiel.
No lo pude creer,
no lo supe entender.

Aquel día abracé a esa mujer
y el frío de las palmas llegó hasta mis pies.
Era como si alguna montaña quisiera entorpecer.
No lo supe creer,
no lo pude entender.

Aquel día pensé en esa mujer
y las alegrías del pasado comenzaron a crecer.
La confianza en las manos de mi muy tranquilo ser
Me permitieron, en un tiempo,
entender y creer.

Mi mirada está fija en aquella mujer
y mi vida va guiada por lo que yo quiero hacer.
Ya nada que exista me hará decaer
para que siempre te pueda entender y creer.