Nueva Poesía Chilena

sábado, octubre 15, 2005

Guión

Querida y muy querida...
Sé que me entenderás.
Quizás te costará en un principio,
pero lo entenderás.

Ha pasado mucho tiempo,
muchas cosas sucedieron.
O tal vez no.

Nunca tuve problemas en mi infancia.
Era feliz.
Ahora deseo volver a esos años
donde no tenía preocupaciones.
Siempre alegre, confiado y amigable.

La calidez de mi niñez la extraño.
Extraño con mucho dolor
el amor que sentía de parte de mis padres.
Todo después de que ya no estaban conmigo.

Ese instante me marcó, y me ha marcado.
No volví a ser el mismo.

Muchas personas decían que me querían,
pero sabía que ese sentimiento era más por deber y compasión
que por real aprecio hacia mí.

La frialdad y el encierro han hecho
que esté siempre rodeado de una profunda soledad
en cualquier lugar donde esté.

La particular simpleza de mi forma de ser
me ha ayudado profundamente a esta decisión.

Veo todo desde su interior.
El real significado y lo falso
que se ha convertido este mundo.

Veo en este instante
que la verdad no es más que una pequeña muestra
de la gran mentira de nuestras vidas.

Sinceramente te digo:
¿Qué sentido tiene mirarse en el espejo
y saber que no eres tú?
Solamente eres una pesadilla impensada
en la realidad de la fantasía.

¿Qué sentido tiene respirar,
cuando el cansancio es mayor que la razón
y la voluntad camina por cualquier parte?

¿Qué sentido tiene el intentar
sin encontrar respuestas claras
al dolor profundo del momento vivido,
en la ruptura de mi convivencia contigo?

¿Qué sentido tiene ser de los demás,
si los demás no son parte de mi ser
y no se interesan de que yo sea parte de ellos,
aún siendo uno de los demás,
prefiriendo la imposibilidad de compartir
con la propia individualidad de cada uno?

¿Qué sentido tiene querer, creer y ser yo,
si nunca seré lo mismo para cada persona,
cada ideal y cada acción que realice,
mentalizándome en mi dignidad y en odiar a mi entorno?

¿Qué sentido tiene el propio sentir,
si esa es la esencia que se necesita
para saber la verdadera razón
de la no-vida experimentada por todos,
cobijados en el irreal sentimiento del amor?

¿Qué sentido tiene hablar de paz,
si seguimos armados,
sin armas en los brazos ni bodegas,
sino en nuestras propias mentes,
creadoras de la no-natural involución de todo?

¿Qué sentido tiene la humanidad,
si lo único que conmueve es lo inhumano?

No me parecerá raro
el que puedas sentirte muy afectada por todo esto.

Puedes ser tú el impulso
que me faltaba para llevar acabo lo hecho.

Siempre que salía de algún lugar,
vivía con la esperanza de encontrarte esperándome,
pero siempre mi sueño se derrumbaba mirando a los lados,
sin encontrar más que las sombras
que me acompañaron durante toda mi vida .