Nueva Poesía Chilena

viernes, octubre 14, 2005

Última Estación

Corazón de piedra
corazón de piedra inmutable
Esa roca que late y pesa en mi pecho

Roca fría mundo ártico
Roca mía que le da sangre a mis sentidos
a mi vida sin sentido

Porque soy roca profunda
roca eterna
roca de alguna montaña envejecida
que desapareció en la tormenta

Soy roca esculpida golpeada
escupida en oleadas

Insignificante en mi grandeza
mi inútil grandeza
Insignificante grandeza

Encandilado he permanecido
quieto en la cinta del tiempo;
y la cinta retrocede
Yo quieto, inmutable

Paredes gruesas como calabozo cotidiano
Paredes gruesas húmedas y calladas
Paredes húmedas gruesamente calladas
y talladas por los años en viento

Pero la entrada de la roca siempre abierta
Nunca cubierta completamente
cosechando rayos de algún sol
de alguna luna,
de algún planeta disfrazado

¿Soy lugar digno para que broten las luces
que enceguecen los ojos y resucitan los amores?
¿Soy tierra de victorias
de triunfos al alba para los míos
los que me han cobijado?

Me invaden mis dudas
me libera la luz
me conquista tu luz

Tu luz envuelta en mantos blancos
La luz que entra sin permiso
y con permiso cambia el alma

Tu luz de misterio
de misterio suave
misterio inentendible
fuera de toda regla

Misterio íntimo
lleno en extremo