¿A Qué He Venido?

Respondo a tu llamado,
sabiendo que soy amado.

Quiero vivir contigo,
Tú que eres Santo Espíritu,
Padre e Hijo.

Iluminar, encender.
Cada puerta, cada casa,
cada vida, cada corazón.

Mi respuesta quiere ser dibujada
por los pasos que me acercan a ti,
a tu presencia en el otro.

A tu presencia dentro de quien
no te conoce aún,
pero que, al mirar mis ojos,
sentirá renacer su respirar,
y podrá por fin apreciar
la obra de tu gracia,
de tus dones,
de tu misericordia.

Estoy contigo,
y eso es parte de mi respuesta.
Estaré contigo,
y eso ya es parte de mi propuesta.

Me abrazo a ti junto al canto de misión.

Vamos construyendo,
martillando,
armando
y pensando.

Con Cristo, amando.
Con María, rezando.
Con la convicción firme
de llegar a ser santo.